Brighton Park, Back of the Yards (o el Barrio de las Empacadoras), y McKinley Park son vecindarios en el lado Suroeste de Chicago que están agrupados con tanta frecuencia que la prensa les ha dado una reputación y narrativa similar. No siempre es buena. Hoy estos vecindarios todavía enfrentan la violencia, la pobreza, y más recientemente, la gentrificación. Con llamar la atención a las mentes creativas que enriquecen a estas comunidades, me gustaría desafiar la idea que la violencia es la única cosa que tienen que ofrecer. En esta serie, “El Nido Suroeste,” espero celebrar y reconocer a estos artistas y compartir con ustedes sus perspectivos sobre los barrios donde trabajan o viven.
Gloria Talamantes, conocida por su nombre artístico, “Gloe,” asume varias posiciones, desde ser editora del periódico The GATE hasta practicar su arte en las calles de Chicago como artista de graffiti y muralista. Es muy típico haber visto uno de sus murales en Chicago. Su arte callejero se puede encontrar en varias áreas de Chicago como La Villita, el Barrio de las Empacadoras, y el centro de Chicago. Mientras la ciudad cambia con la gentrificación y las aplicaciones de parches marrones sobre graffiti, Gloria viene al rescate con sus talentos. Mientras nosotras Gloria y yo conversamos, está claro que su amor por la comunidad y el arte es lo que la hace brillar.
Esta entrevista cubre el lapso de un año. La parte 1 de esta entrevista se completó a fines de agosto de 2019 y la parte 2 se completó en 2020.
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Parte 1
AF: ¡Muchas gracias por dejarme entrevistarte! Tu eres unas de las personas con quien yo decía, “Si, tengo que entrevistarla!” Quiero empezar con preguntarte,¿Creciste en el Barrio de las empacadoras o solo trabajas aquí como adulta o…?
GT: No crecí aquí, pero vine mucho cuando era niña. Tengo familia aquí. Mi tío vive aquí, crecí visitando su casa pero también crecí viniendo a Swap-O-Rama.
AF: Entonces, ¿cómo te involucraste en las artes?
GT: Comencé a involucrándome en las artes, unas de mis primeras experiencias con arte fue, obviamente, cuando garabateamos como niños chiquitos. Tenía como cuatro o cinco años de edad, de lo que puedo recordar al menos. Después, cuando empecé a aprender inglés en el tercer grado (todavía estaba en clases bilingües), escribí e ilustré mi primer libro a través de Young Chicago….
AF: ¿Young Chicago Authors (Jóvenes Autores de Chicago)?
GT: No era YCA. Era otro programa para escritores ¡Autores Jóvenes! Eran libros en blanco. Todos estaban en blanco por lo que tenías que dibujar tu portada, escribir tu historia y luego ilustrarla. Fue entonces que tuve mi primera conexión con la escritura y las artes visuales, eso fue en tercer grado. A partir de ese momento, creo que garabateaba y dibujaba de vez en cuando, hasta que comencé a leer las revistas Lowrider. Recuerdo que en mis años de sexto, séptimo, y octavo grado me impresionó mucho el graffiti que estaba viendo alrededor del vecindario, específicamente al otro lado de la calle porque notaba que era diferente todo el tiempo. También había mucho graffiti de estilo inglés antiguo. Todo era graffiti de territorio de pandillas, como pandillas marcando sus territorios o lo que sea, y eso siempre me fascinó. Poco a poco empecé a aprender sobre el hip hop y la cultura hip hop, mi hermana iba a Curie High School cuando yo era muy joven. Ella se graduó en el ‘89 y me presentó varios géneros musicales, me empezó a encantar el hip hop. A finales de los 90, ya estaba escribiendo en la calle. No era bonito. (se ríe)
AF: ¿Cómo obtuviste el apodo de Gloe, o lo usas como tu nombre de artista, verdad?
GT: Sí, varias personas me llamaban Gloe. Además de usarlo como mi nombre de artista, creo que era solo una abreviatura de Gloria. Una de las personas que realmente insistió con ese apodo en particular, que yo recuerdo, era mi maestro de gimnasia en la escuela secundaria. Y eso pasó solo porque él era bien gracioso, siempre trataba de encontrar palabras diferentes con que rimar con Gloe y seguía hasta que se le acababan las palabras. Ese era Mr. Meredith y también mi maestro de división de aquel tiempo, Paul Joanes. Ambos me pusieron ese nombre cuando estaba en la escuela secundaria. Pero sí, creo que tenía ese nombre desde antes de la secundaria.
AF: ¿Tuviste un mentor cuando eras más joven o quiénes son las personas a las que has admirado?
GT: Yo siento que he tenido tantos mentores y ellos no saben necesariamente que son mis mentores. O a lo mejor lo saben, pero no es algo definitivo. Pienso que mientras crecía, tuve grandes influencias tanto en el graffiti como en el mundo del arte, en el mundo del arte contemporáneo, con mi escritura, y en la vida. Creo que es una mezcla de varias personas. Siento que si empiezo a nombrar a las personas, voy a dejar a alguien fuera y se molestarán mucho, es por eso que no quiero nombrar a nadie. Creo que para mí, diría que mucho de mi tutoría de verdad ha venido de extraños en la calle, porque siempre me interesó la cultura de la calle por lo que yo platicaba con extraños o con vecinos. Tenía muchos vecinos con quienes hablaba, pero también tenía amigos dentro de la cultura hip hop.
Creo que una de las que quiero mencionar es Isela Estrada. Fue instructora en el Southwest Youth Collaborative. En ese tiempo, era la “Universidad del Hip Hop” y todos conocían la organización. Ahí es donde los breakdancers, básicamente todo de hip hop se mezclaba junto, en un espacio. Vivir eso fue algo realmente hermoso en aquel tiempo y ella siempre estaba creando espacios para mujeres jóvenes que estaban en las artes del hip hop, ya fueran bailarinas de breakdance, escritoras de graffiti, lo que fuera, ella siempre estaba creando un espacio para nosotras hasta el día de hoy… creo que hay muchas cosas con las que me ayudó y me guió un poco sin que ella lo supiera necesariamente.
AF: ¿Dónde está localizado, el Southwest Youth Collaborative?
GT: Está ubicado en la 64, en la cuadra de 6400 de la avenida Kedzie. No sé qué vecindario es, sinceramente. Mi hermana también vivía por ahí, así que fue muy fácil llegar allí para mi. Cuando no estaba por su casa, simplemente tomaba el autobús de la Kedzie, lo cual era bastante pesado porque tienes que tomar 2 autobuses desde La Villita para llegar. Bueno, se detiene en la línea naranja, pero, sí, diría que Isela Estrada es una de mis mentoras más grandes, una de las personas que me ha influenciado y me ofreció orientación.
Realmente disfruto de la tutoría, a lo lejos, sin tener que pedirla también. Creo que todos tendemos a olvidar que podemos decidir tener una tutoría sin tener que decírselo formalmente a la persona. Disfruto ver el crecimiento de Krista Franklin y ver cómo ha evolucionado tanto desde el momento en que la conocí. Ella es alguien que siempre he admirado. Nos conocimos en Minnesota, fue realmente interesante porque ella estaba en Chicago, así que no es como si no pudiéramos habernos encontrado aquí, pero pensé que era muy interesante conocerla ahí. Eso fue en los principios del 2000.
Delilah Salgado es alguien más a quien admiro. Me encanta la manera en la que ella honra el trabajo comunitario y su propia práctica artística como madre. Creo que es muy difícil. Ella tiene tres hijos y yo solo tengo uno. Creo que es muy diferente. Definitivamente hay cosas que sé que no puedo hacer como artista, o tal vez puedo hacerlas, pero hay un poco más de proceso de lo que sería si no tuviera un hijo. Estoy muy asombrada por su dedicación y determinación de hacer su arte siendo madre de tres hijos. También quiero mencionar a Miguel Aguilar.
AF: Así que para cambiar de tema, fuiste citada en un artículo de CBS2 sobre un registro mural que estableció la ciudad de Chicago. ¿Crees que realmente ayudará a proteger los murales o tienes alguna duda? ¿Cuál es el proceso que los artistas deben seguir para registrar sus murales?
GT: Lo que sé hasta ahora del proceso es que se esforzaron mucho para asegurarse que no fuera demasiado difícil para la gente registrar sus murales. Si ya estás en la base de datos DCASE como artista, ellos te preguntan si quieres registrar tus muros. Y si DCASE está trabajando con organizaciones, ellos preguntaran acerca de sus artistas y si quieren que se registren los murales, o algo asi. Si vas a su website, solo tienes que llenar un formulario de una página. Tienes que tener permiso del dueño para asegurarte que te den permiso para registrarlo. Por lo que sé, eso es lo que están planeando, no tengo idea si ya está sucediendo, pero están pensando en poner un emblema de algún tipo, o una etiqueta, para que los blasters de graffiti de Chicago no cubran o borren, o lo pinten en de color marrón.
AF: ¿Crees que eso los protegerá de alguna manera? Porque es difícil colocar un emblema sobre un mural, ¿no?
GT: Sí, es muy difícil. Eso es algo que pensé porque, tú sabes, cuando agregas algo a un mural, ya sea un letrero, o lo que sea, ya sea pintado o una etiqueta, ya agregaste al mural, lo has cambiado. De todos modos, si entras en los detalles esenciales, cambiaste el mural. Personalmente, creo que deberían haber rectificado el sistema que ya tienen con los graffiti blasters, porque es casi como poner un curita en algo que realmente no están abordando desde la raíz, pero esa es solo mi opinión.
AF: Sí, y siento que, generalmente es el respeto lo que la gente tiene que aprender. A respetar la propiedad y el arte. Por alguna razón, yo pienso que el respeto tiene raíces en el arte, no se si eso tiene sentido.
GT: Sí, lo tiene. Yo definitivamente pienso que hay una cosa tácita sobre el arte y los artistas. Desafortunadamente, a menudo, la gente no sigue estas normas tácitas de respeto. Pero he tenido amigos/as a quienes les han vandalizado sus murales y arte público y/o pintados por encima. También pienso que es una cuestión de accesibilidad y a veces las personas que pintan encima o vandalizan probablemente no han tenido una educación artística o alguna manera de aprender sobre cómo se ve eso.
AF: Sí,tienes razón, y también quiero preguntar, ¿cual es la diferencia entre hacer graffiti y hacer murales? Soy un poco ignorante sobre ese lado de las artes visuales, porque soy escritora. (se ríe).
GT: Para mí, la diferencia entre graffiti y hacer murales es que el graffiti está basado en mayor parte, en letras y personajes como B-boys y B-girls. Graffiti, al menos para mí, es una interrupción visual en los espacios públicos, es vandalismo hasta cierto punto. En cuanto hacer murales es un proceso más lento y requiere permiso. Hay un proceso diferente al de hacer graffiti y hacer murales, creo que, al menos para mí, pienso en lo que estoy creando cuando lo pongo allí. Estoy pensando en ello como algo más permanente, como una obra de arte que tiene más longevidad que el graffiti. Te puedo decir, que he pintado probablemente más de mil o dos mil veces a través de los Estados Unidos pero la gente no lo sabría porque es un proceso de pulir, pintar otra vez y después pulir, algo por el estilo. Los murales, no todos, como hemos aprendido, están permitidos pero tienen una vida más larga que un trabajo de graffiti. Además, los murales cuentan una historia la mayor parte del tiempo y te permiten hacerlo— no es que el graffiti no pueda, definitivamente hay maneras — pero creo que para los murales, es mucho más fácil conectar historias, conectar a las personas con las imágenes y al concepto o tema del mural. Eso es lo que creo que son las diferencias.
AF: Esa es una muy buena respuesta. Me gustó que dijeras que el graffiti es interrupción y los murales dependen del permiso. Me gusta mucho. ¿Entonces también tienes murales u obras favoritas alrededor del vecindario?
GT: Si, ¡tengo muchas favoritas! ¿Particularmente, en el sur o en el lado suroeste también?
AF: Si, el suroeste.
GT: En el lado suroeste, uno de mis favoritos es uno que siento que mucha gente no nota, por eso creo que ese es uno de mis favoritos, porque he llegado a amar y respetar el trabajo. Un artista no trabajó solo. No recuerdo bien cuántos artistas trabajaron en él, pero sé que Héctor Duarte lo pintó con uno o dos otros artistas. Es la que está en el extremo sur de Swap- O-Rama.
AF: ¿Sobre el edificio?
GT: Si estás en el estacionamiento y frente a la parte delantera de Swap-O-Rama, es a la izquierda. Es la pared sur expuesta. Ese es uno de mis murales favoritos aquí en el Barrio de las Empacadoras. Yo pienso que después de ése, tiene que ser the stream of life has no borders que es un mural en el que afortunadamente tuve la oportunidad de ayudar. Pero ese es de dos artistas panameños y fue dirigido por ellos junto con artistas de Chicago. Fue un intercambio cultural y creo que es por eso que me encanta ese mural. Por la unión que creó entre dos países completamente separados, uniendo a dos mundos diferentes. Ese es uno de mis favoritos, solo por la camaradería que pudimos crear entre dos ciudades distintas, dentro y fuera del país. No pude viajar en aquel tiempo a Panamá, pero ellos crearon uno también. La cosa es que la gente no realiza cuantos murales hay en el Barrio de las Empacadoras y cuanto arte hacen aquí. Yo creo que somos un vecindario al que se le pasa por alto en varios sentidos.
Unos de mis murales favoritos [en la ciudad] fue encalado. Estaba en una iglesia en Cabrini- Green. Fue uno de los primeros que me encantó. El mural [“All of Mankind”/ “Toda la humanidad”] fue pintado por William Walker, para mí ese mural fue hermoso. Solo tuve la oportunidad de verlo en persona porque llevaba a mi hijo a la escuela, por lo que se convirtió en un elemento esencial para mí. También al crecer, yo pude pasar por allí y lo vi varias veces. Lo que me encanta de este es que lo recuerdo desde pequeña y mi papá trabajaba por toda la ciudad. Este es probablemente uno de los primeros murales que vi y realmente me cultivó. El Chicago Public Art Group (Grupo de Arte Público de Chicago) tiene muy buena documentación de ese mural.
AF: Oh espera, ¿entonces ya no está?
GT: No, esa área estaba siendo gentrificada y reconstruida. Alguien compró la iglesia y los dueños empezaron a pintar sobre ella.
AF: Ya conozco tus pensamientos sobre la gentrificación, ¿es esta una de las razones por las que empezaste el Brown Wall Project?
GT: No lo fue. Pienso que una de las razones principales para mí fue que las artes visuales y la escritura se convirtieron en una forma poderosa de usar mi voz. Así aprendí a usarla. Yo creo que hasta ahorita, me siento rara al ser entrevistada porque me cuesta mucho cambiar mis pensamientos del español al inglés. Es muy difícil para mi procesar esas cosas a veces, es más fácil tener las artes visuales como medio para compartir lo que estoy pensando, o lo que he aprendido en la vida. Además, el rol de la escritura es un poco diferente para mí. Cuando no siento la necesidad de coger una lata de aerosol, o una brocha, o pintura, simplemente escribo porque así es la manera con la que he aprendido a sobrellevar diferentes cosas que pasaban en mi vida.
Pero la razón por la que comencé la Brown Wall Project fue porque… Cuando empecé a pintar, no había muchas mujeres pintando en aquella época. Muchas veces, me sentía sola y muchas de las cosas con las que me he encontrado, hasta las cosas más pequeñas, como conversaciones, fueron problemáticas, me quedaba callada aunque no estuviese de acuerdo con las cosas que la gente decía. Miraba a otro lado y seguía pintando, haciendo lo mio. Esa es una de las razones. Fue muy difícil para mí, si yo hablaba por mí misma y decía, “Hey, voy a pintar esta pared” o “Quiero pintar esta pared,” en aquel tiempo, hacía graffiti con el grupo, ellos decían, “no, todavía tienes que practicar” o “haz esto o aquello,” y básicamente “sale y demuéstranos que estás dispuesta y realmente preparada para hacer esto” o lo que sea, entonces yo dije, “A la chingada con eso, voy a obtener mi propio muro.”
Ese fue uno de los factores impulsores el cual comencé el Brown Wall Project. El otro fue que durante el mismo tiempo estaba pintando alrededor de la ciudad, creo que estaba en Ravenswood cuando esto sucedió. Fui y pinté por la noche y a la mañana siguiente regresé muy temprano como a las 6:30 am para tomar fotos de los rellenos que hice frente a la estación y vi en directo a los blasters de graffiti pintando mi pieza de color marrón. Pintaron sobre mi relleno y empecé a pensar sobre el significado de eso, como se ve en las comunidades donde yo crecí, tener el color marrón alrededor. Es algo que note muy rápido. Yo iba al Norte a pintar pero nunca vi muchas paredes pintadas y/o casas o cosas asi. Cuando vienes al sur o al lado oeste hasta tienes parches marrones en hogares privados, hogares reales, como en greystones, yo pensaba ¿qué demonios? ¿Cómo justifica esto la ciudad? Como, “ey, vamos a pintar sobre esta casa aunque no les hemos preguntado a los dueños, solo porque hay graffiti o porque alguien lo vandalizó” y para mí allí fue cuando empecé a notar las diferencias entre servicios de la ciudad en diferentes áreas y cosas de ese estilo. Así que comencé a pensarlo un poco más y después más aún, empecé a pensar, “qué están borrando? De qué se trata la borradura?” Para mí, como artista, el componente visual era “están borrando las voces de la gente, porque esa era mi voz y si yo pinto una flor o mi nombre, no importa, sigue siendo mi voz” y esas son algunas de las fuerzas conductoras para fundar el Brown Wall Project.
AF: ¿Y para el Brown Wall Project, tú pintas sobre los parches marrones?
GT: Típicamente, si, yo trataba de explorar muros dentro y alrededor del lado suroeste, aunque hay unos proyectos que he hecho en el Norte. Pero sobre todo en este momento estoy enfocada en el lado suroeste porque hay demasiado espacio público. No nos damos cuenta, como caminar por la calle nos afecta mucho. Las cosas que ves te afectan mucho y soy una defensora de la salud mental, creo que el espacio también afecta nuestra salud mental y cuando vemos color marrón alrededor del barrio, que me está diciendo? Como manchas marrones en bloques de cemento y ladrillos e incluso vidrio transparente. Me hace pensar, hombre, ni les importa, simplemente dicen, “vamos a ir por todas partes, no nos importa si va sobre toda la ventana.”
AF: En una manera, se siente como si ellos son los que están vandalizando, ahora que lo pienso.
GT: Sí, hay varios elementos distintos del borrado del graffiti para mi porque puedes borrar cosas en superficies como superficies exteriores. Puedes limpiar con chorros de arena, lavar a presión, pintar en blanco, o lo que sea, emparejar el color, o marron, verdad? Pienso que es muy interesante que mucho de los lados Sur y Oeste están generalmente pintados en marrón en vez de haber sido lavados a presión o limpiados con chorros de arena. Esta es la fuerza que me ha conducido a seguir cuestionando las cosas y trabajando en diferentes proyectos. Tuve la oportunidad de tener una conversación global sobre la borradura y su significado en las comunidades de minorías, invitando a artistas internacionales a pintar cuando vienen de México o cualquier lugar, es solo otra iteración del proyecto.
AF: ¿Entonces qué esperas traer al barrio de las empacadoras? Donde trabajas principalmente y dijiste que estabas principalmente enfocada en el lado Suroeste. Qué esperas aportar en general? O en 20 años, ¿qué te gustaría haber hecho?
GT: No se si puedo pensar de aquí a 20 años. Están sucediendo tantas cosas. Es difícil pensar en mañana a veces, pero he sido muy objetiva en la gestión de mi tiempo. Si estoy trabajando en este barrio, tengo muy claro sobre a quién le estoy dedicando mi tiempo, quiero asegurarme que la gente vea eso, para que descubran por sí mismos lo impactante que es y qué pueden hacer para tener un impacto en los demás.
Espero quedarme conectada y enraizada en varias creencias que tengo sobre el arte y en la vida. Creo que para mi, es muy importante estar conectada a la gente que vive aquí, los que ven las cosas que han sucedido en primera fila, y estar allí junto a ellos, poder entender y relacionarse con ellos, eso no es nada difícil.
Yo estoy constantemente encontrando todas las similitudes entre estos barrios, no solo es el Barrio de las Empacadoras pero unas de las cosas que puedo notar es que La Villita es muy similar al Barrio de las Empacadoras. Dónde estaba dando clases, en Richards, las conexiones y desconexiones entre gente de raza negra y los latinos, son visibles. Richards también está en un lugar interesante del Barrio de las Empacadoras, donde la gente automáticamente cree que es Englewood, está muy cerca a Englewood. Siempre pienso en eso. Siempre pienso en las similitudes entre estos dos barrios diferentes. La Villita y North Lawndale para mi, representan el lado oeste, Englewood y el Barrio de las Empacadoras representan el lado sur. Es una conexión muy interesante para mí, pero también quiero asegurarme que estoy siendo respetuosa de las personas en el vecindario y quiero compartir todo que tenga, porque a menudo estamos en un carrera de locos pensando que tenemos que valernos por nosotros mismos y la supervivencia es del que mejor se adapta, para mi esa no es la manera. Es una manera muy capitalista de pensar, sin que nos demos cuenta, ya sea que tengamos buenas o malas intenciones. Pienso que es un sistema que sigue repitiendose y obviamente, no ha funcionado. Entonces para mi, es importante asegurarse que no estemos repitiendo los ciclos que han mantenido las cosas igual por tanto tiempo. También aporto todo mi conocimiento y mis habilidades para compartirlas con la gente de la comunidad, porque, ¿qué voy a hacer con eso cuando me muera? Esos morirán igual, mis habilidades y mi conocimiento se mueren conmigo y creo que es importante transmitirlos.
Parte 2
AF: Sé que nuestra entrevista fue en agosto, pero tengo curiosidad por saber cómo el arte (o tu arte) te ha ayudado durante estos tiempos y ¿hay algo más que te gustaría compartir con la audiencia?
GT: Creo que el arte me ha ayudado con mi ansiedad. Me puse extremadamente ansiosa cuando mi vecindario se convirtió en una zona de guerra. No podía dormir, no podía comer y evidentemente no podía verme haciendo arte durante este tiempo. Me sentí impotente. Recuerdo que me quebré cuando instalaron otra farola que parecía de prisión en la acera de mi cuadra. Aunque puede que no parezca gran cosa para algunos, la ilusión de una iluminación “segura” tiene importancia. Sé bien que cosas como estas se hacen sin comentarios o aportes de nuestra comunidad. Además, hemos tenido una terrible contaminación ambiental y lumínica en La Villita de formas violentas. Para mí, es como otra violación a nuestra calidad de vida colectiva.
No hablamos lo suficiente sobre cómo nos hacen sentir las cosas, pero estos tiempos realmente me han abierto en formas en las que puedo compartir mis pensamientos y no seguir reprimiendo la forma en que me siento al ver a mi vecindario herido. Creo que esto también es lo que el arte me ha ayudado a hacer con el tiempo.
Durante la cuarentena, terminé dos obras de arte para la CTA en las que comencé a trabajar antes de la pandemia, creo que una pequeña parte del proceso para completarlas fue una forma de mi respuesta al trauma de todo lo que estaba sucediendo.
Utilicé la creación artística para cambiar mi enfoque en cosas que cuando era niña crecí sabiendo simplemente a través de la observación. Terminé estas piezas con la intención de ejercitar mi intuición y mi instinto. Soy muy afortunada de tener una gran vista de los árboles, así que me imaginé trabajando en medio de un bosque. Usar mi imaginación fue importante durante este tiempo. Quería imaginar un mundo diferente al que me rodeaba. A menudo, esperaba trabajar en estas obras de noche para tener un silencio y nociones serenas de mi entorno. Trabajé en mi patio. Quería crear obras de arte que fueran suaves y pacíficas, pero también crudas y urbanas.
También trabajé con Honey Pot Performance Group (HPP). Obligada a pasar a realizar un trabajo colaborativo remoto, en realidad era mágico poder conectarse a un nivel profundo a través de Zoom. No esperaba que eso sucediera como sucedió. Normalmente no soy una persona basada en la tecnología cuando se trata de hacer arte, así que pensé que sería un desafío, pero todos los artistas colaboradores fueron increíbles. Mi parte de esta colaboración fue documentar creativamente las actuaciones. A veces lloré y otras veces pude sentir alegría, fue justo a tiempo ya que las cosas estaban cambiando de muchas maneras diferentes. Las actuaciones fueron en respuesta a la entonces exposición en el Centro Cultural de Chicago, NKAME: A Retrospective of Cuban Printmaker Belkis Ayón (1967-1999). Si pudiste ver esta exposición en persona, eres un ser humano afortunado. Estoy entusiasmada con nuestros próximos pasos con esta colaboración. Este trabajo realmente me sacó de mi espacio físico para ayudar también con un trabajo de curación muy necesario.
Vivo entre la cárcel del condado de Cook y los dos hospitales de trauma en Ogden Ave. Las sirenas nunca pararon. La presencia de la Guardia Nacional en el vecindario, la policía patrullando las calles y la racialmente incitada violencia de las pandillas combinadas, realmente condujeron a un nivel de inquietud y ansiedad que nunca antes había sentido en mi vida. La dinámica de esta fórmula fue constante y consistente, de verdad me dolió por los niños del barrio, otros que también estaban por presenciar todo lo que presencié y por supuesto, yo misma. El duelo colectivo estaba en pleno efecto, de muchas maneras, aún lo está.
Siempre he sido muy consciente del impacto que mi trabajo podría tener en entornos públicos, por lo que estar en medio de la violencia de pandillas incitada por motivos raciales alrededor mío, tras el asesinato de George Floyd, algunos días, ni siquiera podía crear. Me apoyé en algunos miembros de mi familia y en mi familia elegida para ser mejor. Estaba internamente enferma y, a veces, ese sentimiento todavía me vuelve a visitar, es un trauma.
Volví a pensar en los murales que estaban subiendo en masa porque las empresas tenían miedo de que los asaltaran sus establecimientos. Pero en ese proceso también pude ver cómo en muchos casos estos negocios también estaban perpetuando el racismo y el miedo. Sin emitir un juicio, sabía que no podía trabajar sobre los tableros de una manera que no fuera reflexiva.
Lydia, del Departamento de Asuntos Culturales y Eventos Especiales de la ciudad de Chicago, se acercó sobre pintar tableros. La oportunidad llegó en el momento perfecto, el bloqueo de artistas estaba en pleno efecto, la violencia incitada racialmente se estaba apoderando de mi vecindario y todo fue en el momento divino.
He estado pintando tableros con mis alumnos en Back of the Yards durante años y, al hacerlo, agrego intencionalmente un enfoque histórico, atractivo y educativo. Sabía que no podía retractarme de eso. No podía retroceder. Pensé que quería mensajes como “Descolonizar el movimiento mural”, pero en lugar de eso me pregunté “¿Qué significa eso?” “¿Cómo se puede descolonizar el movimiento mural en Chicago?” ¿Cómo puedo navegar eso? ”Las respuestas siempre han estado en el trabajo y en el proceso. Revisé mi documentación y los comentarios que me dieron antiguos alumnos y la comunidad a lo largo de los años. Volví a visitar Flowers for Healing (¡En Sixty!) también chequeaba conmigo misma constantemente.
Un grupo de vecinas que son curanderas y yo, armamos un grupo de ayuda mutua para mantener a nuestros vecinos negros seguros y lo más saludables posible durante estos tiempos. Estas increíbles mujeres querían aprender a pintar con aerosol y cuando finalmente comencé a procesar y a sentirme mejor, las cosas empezaron a encajar. Comencé a pintar los tableros con ellos, fue curativo y no estropeó mi integridad de artista.
No solo pude compartir mis habilidades con los demás, como lo hago normalmente, sino que pude usar algunos de los fondos para ese proyecto, para retribuir a nuestras comunidades a través de nuestro grupo de ayuda mutua, como pagar a las mujeres para que ayudaran a pintar estos tableros.
Sara Cortes, Laura Ramirez y Angélica Robles fueron mi fortaleza, la pintura en aerosol fue la herramienta que usamos para comenzar a curarnos entre nosotras y nuestras respectivas comunidades.
AF: ¿Hay algunas novedades sobre tu trabajo que te gustaría compartir / promover?
GT: Todavía no tengo una fecha, pero la estación Grand en la línea azul de la CTA está preparada para presentar un proyecto de restauración y es allí donde se instalarán las fotografías de mi arte en las cajas de luz.
Las piezas honran a los migrantes que ayudaron a desarrollar el Corredor Grand Ave, pero también a los trabajadores agrícolas, los trabajadores de las tiendas y otros trabajadores esenciales que durante este tiempo realmente han hecho posible que muchos de nosotros sobrevivamos a la pandemia hasta ahora.
Actualmente, me estoy preparando para mostrar las obras originales y una obra más nueva para Artist Run Chicago en el Hyde Park Art Center, donde tengo una residencia artística colectiva con MM.
HPP continúa reuniéndose para planificar el mes de noviembre, cuando las performances y el trabajo que hicimos tengan una nueva iteración. No tengo mucha información, pero por favor sigue a HPP en sus redes sociales y si te sientes inclinado a ir más lejos, denles algo de dinero. Son una bendición para el paisaje artístico de esta ciudad.
También estoy trabajando en un proyecto de arte público específico para un sitio en Back of the Yards y Little Village. Espero tener más información mientras nos dirigimos a Harvest Moon.
Imagen de portada: Gloria Talamantes está de espaldas al lago Michigan con una mano en la cadera y la otra en una de las grandes rocas de la playa que la rodean. Créditos del fotografía a Vanessa Bly
Angelica Flores es una escritora mexicoamericana y graduada de Dominican University. Le gusta trabajar en traducciones Inglés-Español y escribe para The Gate Newspaper, donde ha reseñado libros, películas y representaciones teatrales. Ella trabaja en el Poetry Foundation y maneja el blog, The Macaron Raccoon.