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Rojo y Verde

Un ensayo sobre la reciente exposición del artista Zespo titulada, ¿Cómo pinta?

Pie de foto: La pintura en la pared representa dos figuras abrazándose en un espacio con poca luz. La pista de baile está representada con tonos oscuros de azules, lavandas, y verdes. Imagen cortesía del artista.
Pie de foto: La pintura en la pared representa dos figuras abrazándose en un espacio con poca luz. La pista de baile está representada con tonos oscuros de azules, lavandas, y verdes. Imagen cortesía del artista.

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La exposición de pintura del artista Zespo, “¿Cómo pinta?”, se inauguró el 17 de Abril del 2025 en la Galería Pueblo Unido (6212 N Clark St., Chicago, IL 60660), un espacio artístico comunitario. La galería está conectada al Centro Romero, una organización comunitaria de larga trayectoria que ha apoyado a las comunidades de refugiados y migrantes del noreste de Chicago.

La nueva exhibición de pinturas centra el trabajo del padre de Zespo quien organiza conciertos de música regional Mexicana en el Medio Oeste. Como mediador de eventos, el rol de promotor es reunir a diferentes artistas y públicos en diversos espacios, donde ocurre magia entre personas, momentos y salones–formando el hilo conceptual que une la serie.

Esta exposición y la comprensión contextual de Galería Pueblo Unido se enriquecieron a través de conversaciones con Isabella Aguilar, la nueva curadora y coordinadora de liderazgo adolescente de Centro Romero. Isabella compartió que la galería presenta una exposición por temporada–otoño, invierno, primavera y verano–que da la bienvenida a un público diverso de las comunidades migrantes y de la red más amplia de artes de Chicago. Cada inauguración es atendida por vendedores de comida local, quienes también son familias conectadas con el Centro Romero, lo que fortalece la reciprocidad económica y la celebración cultural. 

Lo primero que nos da la bienvenida en las ventanas de la galería son seis pares de Parejas Bailando, dibujos impresos en vinilo. Están espejados y montados tanto en el interior como en el exterior del vidrio, aproximadamente a la altura de los ojos de un pequeño, posicionados intencionalmente para capturar la atención de los niños que pasan después de la escuela del programa juvenil. Los dibujos representan figuras simplificadas: un hombre visto de espaldas y una mujer frente a él. De los seis dibujos, uno puede sentir una evolución lenta y deliberada en sus gestos. Las figuras parecen moverse despacio a través de una secuencia de momentos íntimos. Al principio, simplemente se abrazan, luego se entrelazan gradualmente, como si estuvieran en una negociación tierna y sin palabras. Se besan, pero no de forma abrupta. Parecen abrazarse o quizás bailan? Estos dibujos a pequeña escala parecen flotar en el aire, revelando diferentes fondos al observarlos desde ambos lados.

“…posicionados intencionalmente para capturar la atención de los niños que pasan después de la escuela del programa juvenil.”

Zespo es suertudo por poseer la capacidad de capturar momentos íntimos y objetos que resuenan más allá del volumen de la música en sus obras. Empezando con capturas fotográficas instantáneas, transforma estas impresiones fugaces en el estudio con un lenguaje visual distintivo: una selección de colores personales, abstracción, repetición y encuadre. El resultado es generoso y visiblemente lleno de información, como estudios de dibujos hasta pinturas sobre lienzo a gran escala.

Imagen: Una pared blanca exhibe dos pinturas. La más pequeña, colgada ligeramente más abajo, muestra frascos de varios colores. La pintura más grande, situada a la derecha, es una escena que representa a varias personas sentadas en un vehículo. Dos figuras son prominentes: un hombre sostiene o toca una guitarra; la otra figura se ve más distante también sosteniendo una guitarra. Los colores de la pintura más grande consisten principalmente en verdes, morados, y cafes, con zonas sombreadas más oscuras. La pintura más pequeña presenta tonos más vibrantes, con rojos, verdes, y morados. Imagen cortesía del artista.
Imagen: Una pared blanca exhibe dos pinturas. La más pequeña, colgada ligeramente más abajo, muestra frascos de varios colores. La pintura más grande, situada a la derecha, es una escena que representa a varias personas sentadas en un vehículo. Dos figuras son prominentes: un hombre sostiene o toca una guitarra; la otra figura se ve más distante también sosteniendo una guitarra. Los colores de la pintura más grande consisten principalmente en verdes, morados, y cafes, con zonas sombreadas más oscuras. La pintura más pequeña presenta tonos más vibrantes, con rojos, verdes, y morados. Imagen cortesía del artista.

Al entrar a la galería, mi atención se dirige inmediatamente a dos pinturas instaladas una al lado de la otra en la pared a la derecha: una pieza pequeña que presenta frascos para salsa titulada Red and Green/tu ya no comes chile, y una pintura figurativa más grande titulada The Musicians on the Road/Los músicos en el camino. Su yuxtaposición establece un contraste sorprendente tanto en el tema como en la técnica. En Red and Green, tres frascos para salsa de colores vibrantes se representan con un alto grado de acabado y solidez. El salero conserva un contorno a lápiz, pero se deja completamente sin pintar, una omisión deliberada de color, mientras que solo su tapa recibe el mismo nivel de acabado que el resto de la pintura. Esta decisión deliberada aplana la presencia del salero. Crea una tensión entre lo que representa y lo que sugiere.

En Los Músicos en el Camino, este juego entre detalle y aplanamiento reaparece en un registro figurativo más complejo. Los tres personajes principales, presumiblemente músicos, son claramente distinguibles y guardan un fuerte parecido compositivo con el trío de salsa de la pintura más pequeña. Son directos, intencionales, y tienen sentido compositivo. Aunque, la figura más cercana, reclinada en el borde inferior del lienzo, parece casi aplanada. Debido a la posición de la obra en la pared, la perspectiva se alinea con el horizonte de su cuerpo acostado, y su rostro parece estar apachurrado espacialmente. Su anchura casi coincide con el hombro del músico que se encuentra detrás de él. La profundidad y la intimidad se funden en un único plano visual.

La Galería Pueblo Unido también es un espacio multifuncional. Todos los Sábados, de 1:00PM a 5:00PM, la galería abre al público y cuenta con estudiantes del programa juvenil del Centro. Entre semana, de 3:00PM a 6:00PM, se convierte en un espacio educativo para tutorías académicas y talleres de arte. Además, varios departamentos del Centro Romero, como Educación para Adultos, Servicios Legales, Beneficios Públicos, el Programa de Mujeres, y el Programa Juvenil, utilizan con frecuencia el espacio para eventos e iniciativas comunitarias.

Al girarme hacia el otro lado de la galería, aparecen más pares de pinturas. A primera vista, parecen inocentes, pero conllevan una sensación de peligro. En The Cut/El corte, el cuchillo de carnicero se representa con absoluta precisión, su hoja perfectamente recta, evocando una sensación fría y mecánica. En El siguiente jinete/The living jinete , la figura de un charro en oración se extiende hacia el suelo, pero la sombra que proyecta su mano desafía la lógica anatómica. En lugar de parecerse a una mano humana, la sombra se fractura en una silueta irregular y angular, lo que sugiere ser una arma. Estas señales visuales desestabilizan sutilmente la escena, infundiendo tensión y amenaza.

Imagen: ​La pintura en la pared representa a dos niños, sentados en el suelo, inclinados sobre una caja de color verde azulado. Vos ropa luce de tonos morados y azul. Se ven otras figuras al fondo, principalmente piernas y torsos, vestidas con pantalones vaqueros de diferentes tonos azules. Imagen cortesía del artista.
Imagen: La pintura en la pared representa a dos niños, sentados en el suelo, inclinados sobre una caja de color verde azulado. Vos ropa luce de tonos morados y azul. Se ven otras figuras al fondo, principalmente piernas y torsos, vestidas con pantalones vaqueros de diferentes tonos azules. Imagen cortesía del artista.

Una sensación similar de inquietud también aparece en “Los Niños Jugando” donde los niños son los protagonistas. Un niño y una niña pequeña se sientan en el suelo, jugueteando con una caja, mientras adultos con pantalones vaqueros se sitúan al fondo, en una escena presumiblemente llena de música. La proximidad física de los niños y la forma en que sus cuerpos se inclinan hacia adelante transmiten una sensación de colaboración en el deleite que encuentran dentro de la caja que tienen delante. 

Zespo parece especialmente hábil para revelar lo íntimo de las experiencias individuales que se dan a conocer bajo el espectáculo de un concierto de música regional mexicana. Estas capas de realidad no chocan; más bien, coexisten en un discreto paralelo. Incluso sin estar expuestas directamente junto a ella, la postura de los niños en el suelo evoca fácilmente la imagen del charro rezando. ¿Existe alguna conexión o implicación entre ellos? Estar cerca del suelo puede sugerir reverencia o modestia, pero también puede señalar un espacio más seguro para la exploración, un escenario para el juego y la imaginación. La separación física de los niños y los adultos al fondo es un mensaje en sí misma. Las manos del niño están representadas de una manera imprecisa, lo que parece suavizar la agudeza de la mano del charro.

La silenciosa melancolía que recorre la exposición encuentra su expresión más conmovedora en la serie Al fondo, exhibida en la pared del fondo, cada pieza lleva un nombre más detallado. De arriba para abajo los nombres son: Al fondo (desde la distancia), Al fondo (alrededor de las 4), Al fondo (en VIP), Al fondo (en el escenario), Al fondo (como la bandera), Al fondo (en Michigan), Al fondo (en Green Bay), Al fondo (sin tocar los labios), Al fondo (en segundos), y Al fondo (silenciosamente). Como tarjetas de título en una película experimental, cada frase específica–que evoca un lugar, un objeto, un color–introduce un nuevo y sutil efecto emocional en la serie de dibujos. Comenzando en la esquina de izquierda, el espectador se coloca en la perspectiva de alguien que graba con un teléfono. A medida que se desarrolla la secuencia, cada pintura ofrece un nuevo fragmento de detalle, a veces acercándose, a veces enfocándose de cerca en una acción particular. Las pinceladas enérgicas y seguras de este grupo de obras insinúan un proceso rápido y deliberado. A veces, la falta de distinción cromática hace que las cosas parecen borrosas e indistintas. La calidad que transmiten las pinceladas evoca el evento en la imagen, donde la acción central consiste en tomar alcohol en un trago directo. Puede pasar ante gente echando porras, o tal vez en un escenario entre una actuación. Puede ocurrir en múltiples instancias que se desarrollan simultáneamente. A medida que la serie avanza, las representaciones se reducen cada vez más a una figura solitaria que permanece en su lugar, experimentando el acto en silencio y en soledad. En una conversación con Zespo, mencionó que estaba “encontrando una estrategia formal para capturar esa dualidad”, y que se trataba de un problema pictórico que no podía resolverse en una sola obra. La decisión de desarrollar una serie surgió de la necesidad, en sus palabras, de “desmenuzar [el problema] más a fondo.” Llegamos a un entendimiento compartido de que el aspecto performativo de estos eventos, aunque visible en la superficie, cambia en el momento, lo que inicialmente podría parecer algo que se espera o presiona a hacer, puede convertirse en algo que genuinamente desea hacer, moldeado por la atmósfera y la carga emocional de estar presente.

Imagen: Una serie de diez dibujos acrílicos sobre papel yupo, enmarcados y expuestos en la pared. Cada pintura presenta figuras humanas en diversas poses e interacciones, utilizando una vibrante paleta de colores que incluye tonos de azul, rojo, amarillo y toques de verde. Imagen cortesía del artista.
Imagen: Una serie de diez dibujos acrílicos sobre papel yupo, enmarcados y expuestos en la pared. Cada pintura presenta figuras humanas en diversas poses e interacciones, utilizando una vibrante paleta de colores que incluye tonos de azul, rojo, amarillo y toques de verde. Imagen cortesía del artista.

Me di vuelta y vi la pintura La parejita, de una pareja abrazándose mientras bailaban sobre una pista de tonos lavanda y azul. Me conmovió cómo también sus sombras azules se fusionan con los colores de la pista. Solo quedan en la imagen los tonos románticos y un pilar que ayuda a orientar la perspectiva y el espacio. Pensé en la película Mountains May Depart de Jia Zhangke, la escena inicial donde Shen Tao baila en el salón al ritmo de “Go West” de Pet Shop Boys… A veces, no necesitamos nada más, y no hay nada que decir. Solo necesitamos ser quienes estuvimos allí.

La representación que Zespo hace del concierto de música regional Mexicana revela un complejo tapiz cultural que va más allá de una simple celebración musical. Abarca ricas tradiciones culturales y las profundas conexiones humanas que se forman a través de experiencias compartidas: el intercambio de comida, la familia, el encuentro de amantes, y la coexistencia de eventos culturales como las corridas de toros. Esta realidad multifacética resalta cómo la música se intersecta con prácticas sociales y culturales más amplias. El título de la exposición, ¿Cómo pinta?, se resiste a una interpretación singular y no exige simplemente un acto formal de ver. Evoca una atmósfera ambigua, incierta, y cargada de una corriente de tensión. El que entra a la galería, en cierto sentido, es invitado a confrontar sus propias nociones idealizadas de la alegría del concierto–a dejarse llevar y sumergir en estos momentos íntimos y personales, a imaginar y a escapar momentáneamente.


Sobre la Escritora: Tianjiao Wang se interesa por reconocer la presencia de las cosas. Es una artista en activo que se especializa en fotografía y cine. Nació en Pekín y actualmente vive en Chicago.

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